En un contexto donde los precios del combustible no dejan de subir, muchos conductores se enfrentan al dilema de cómo reducir su consumo sin tener que renunciar al rendimiento o la potencia del motor. La buena noticia es que sí es posible lograr un equilibrio al ajustar tu forma de conducir, al mantener el vehículo en óptimas condiciones y, si planeas comprar un vehículo, elegir uno que combine buen rendimiento con bajo consumo. Así, podrás mantener la potencia y ahorrar al mismo tiempo.
¿Cómo ahorrar combustible sin sacrificar potencia?
Ahorrar combustible no significa que debas convertir tu conducción en algo lento. Al contrario, con prácticas más eficientes puedes mantener e incluso mejorar la respuesta de tu vehículo. Aquí te compartimos una serie de consejos prácticos para lograrlo:
1. Conduce de forma suave y anticipada
Uno de los factores que más afecta el consumo de combustible es la forma de conducir. Aceleraciones bruscas, frenazos repentinos o cambios de velocidad innecesarios obligan al motor a trabajar más de la cuenta, aumentando el gasto de gasolina. La clave está en conducir con suavidad y anticipación. Observa el tráfico con atención, mantén una velocidad constante y evita cambios innecesarios. Si sabes que se aproxima un semáforo en rojo, suelta el acelerador con tiempo y permite que el auto se detenga de forma progresiva. Esto no solo ahorra combustible, sino que también reduce el desgaste del sistema de frenos.
2. Mantén tu motor en buenas condiciones
El mantenimiento preventivo es valioso. Un motor que no recibe los cuidados adecuados tiende a consumir más combustible para alcanzar el mismo nivel de desempeño. Revisa periódicamente: Un motor bien afinado puede mejorar la eficiencia del combustible hasta en un 10%. Además, esto extiende la vida útil del vehículo y mantiene su potencia en niveles óptimos.
3. Controla la presión de los neumáticos
La presión de las llantas tiene un impacto directo en el consumo de combustible. Cuando los neumáticos están por debajo de la presión recomendada, el vehículo necesita más esfuerzo para avanzar, lo que se traduce en un mayor gasto de gasolina. Verifica la presión al menos una vez al mes (o antes de viajes largos), siguiendo siempre las especificaciones del fabricante. Además, asegúrate de que las ruedas estén bien alineadas y balanceadas. Esto mejora la estabilidad del auto y optimiza el uso de energía del motor.
4. Utiliza el aire acondicionado con criterio
El sistema de aire acondicionado puede representar una carga para el motor, sobre todo a bajas velocidades. Si bien es cierto que manejar con las ventanas abiertas puede parecer una alternativa, esto también genera una resistencia aerodinámica que eleva el consumo de combustible, especialmente en carretera. Lo recomendable es usar el aire acondicionado de manera moderada, sobre todo en entornos urbanos. Busca un punto de equilibrio que te permita mantener una temperatura agradable sin exigirle demasiado al motor. Te puede interesar: ¿Qué es el motor de arranque?
5. Usa combustibles de calidad
Elegir el combustible adecuado también influye en el rendimiento del auto. Aunque pueda parecer una buena idea optar por gasolina más económica, no todos los combustibles ofrecen la misma eficiencia. Las gasolinas de calidad superior, con aditivos detergentes, pueden mejorar el desempeño del motor al mantener limpios los inyectores y otros componentes clave. Esto se traduce en una mejor combustión, mayor potencia y menor consumo a largo plazo. Consulta el manual de tu vehículo para saber qué tipo de combustible es el más recomendado según la compresión del motor. Si se sugiere gasolina premium, usar una de menor octanaje podría afectar tanto el rendimiento como la durabilidad del motor.
6. Evita el peso innecesario
A menudo llevamos cosas en el coche que no necesitamos: herramientas, objetos pesados, equipaje olvidado, entre otros. Todo ese peso extra obliga al motor a trabajar más, especialmente al arrancar o al subir pendientes. Revisa el maletero y el interior del auto para asegurarte de que solo transportas lo esencial. Quitar 50 kg de peso innecesario puede traducirse en un ahorro de hasta el 2% en combustible. Del mismo modo, evita el uso constante de barras de techo o portaequipajes si no los estás utilizando. Estos generan resistencia al viento que afecta la aerodinámica y, por tanto, aumentan el gasto de gasolina.
7. No abuses del motor al arrancar
Una práctica común (y errónea) es acelerar en exceso al encender el motor o al iniciar la marcha. Hoy en día, los motores modernos están diseñados para funcionar de manera eficiente sin necesidad de esperar largos minutos antes de comenzar a moverse. Después de encender el vehículo, espera unos segundos y comienza a conducir suavemente. Acelerar en frío solo gasta combustible innecesariamente y puede causar desgaste prematuro. Entonces, ahorrar combustible sin sacrificar potencia no es un mito, es una posibilidad real si aplicas los hábitos adecuados. Con una conducción más consciente, mantenimiento oportuno y decisiones estratégicas, puedes conservar el rendimiento de tu vehículo y reducir tus visitas a la gasolinera. No se trata de resignar potencia, sino de sacarle el máximo provecho al motor sin desperdiciar energía. Además de cuidar tu bolsillo, estarás contribuyendo con un estilo de conducción más responsable y sostenible. Haz la prueba con nuestros diferentes modelos RAM y descubre cómo pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en tu día a día al volante. ¡Contacta con nuestros asesores y consigue tu próximo vehículo hoy!
George Romero Romero Experto de marca Stellantis Con más de 13 años de experiencia, se especializa en el sector automotriz asesorando a clientes en la elección del vehículo ideal según sus necesidades. Destaca por su conocimiento técnico y su capacidad para explicar cada detalle de forma exhaustiva y clara.